Plan Gas, producción local y exportación

Plan Gas
Central térmica en Brasil

Por 4 años, el Plan Gas fija mediante contrato la demanda prioritaria -la residencial- y la demanda para generación de energía eléctrica. Da a los productores un marco claro y precios conocidos en el mediano plazo, con incentivos colocados para sostener y aumentar la producción que se premian con cupos de exportación en firme fuera del invierno.

Pero el Plan es sólo un primer paso, ya que todavía otorga al estado el rol de comprador central. Esto expone la implementación del plan a vaivenes políticos y fiscales. Además, excluye a mecanismos de mercado que han probado su eficiencia en el mundo impulsando inversiones y bajando los precios. A medida que se logren ciertos hitos, el plan debería ceder el lugar a la interacción libre entre privados y a un mercado más profundo y sofisticado, con precios no tan influidos por planes de estímulo y políticas de estado sino por realidad y proyección económica.

La Argentina debe volver a exportar gas en condición firme, planificar y asumir compromisos regulatorios que incentiven a oferta y demanda a firmar contratos de largo plazo. De otro modo, no se conseguirá la magnitud de inversiones necesaria para lograr una posición neta exportadora que permita ir sustituyendo el combustible importado con producción nacional, además de estabilizar y bajar el precio del insumo a nivel local.

Podemos vender nuestro gas a todo el mundo como LNG, es decir licuado y conservado a muy bajas temperaturas para reducir su volumen. Nuestros sobrantes de verano son coincidentes con la mayor demanda de invierno de los países del hemisferio norte; la ventana de precios es muy oportuna.

Desarrollar la infraestructura necesaria para poder ofrecer el producto requiere tiempo y, sobre todo, capital. Vía gasoductos, estamos conectados y listos para exportar a Chile, Uruguay y Brasil. Allí, buena parte de la demanda se satisface desde Bolivia, con combustibles líquidos o LNG. Estos últimos suelen tener precios altos y volátiles. En la medida en que logremos firmeza y estabilidad en la oferta, los países vecinos serán mercados en los que podríamos entrar mañana mismo.

El potencial en Brasil es particularmente atractivo por varios motivos. Hoy es, a grandes rasgos, la mitad del mercado argentino, pero sólo porque la mayoría de la potencial demanda consume otros combustibles en sus procesos productivos. La reciente desregulación del mercado de gas augura un período de inversiones en los que la oferta probablemente crezca a grandes saltos, pero a nivel local será insuficiente para atender a toda la demanda deseosa de salir de combustibles caros, ineficientes y contaminantes.

¿Cuál es la estrategia de SAESA en este marco?
SAESA continúa con su actividad de trading en Argentina, ofreciendo gas a grandes industrias en todo el país. Es lo que hacemos hace 16 años. En 2020 dimos nuestro primer paso internacional adquiriendo la Central Térmica Uruguaiana en Brasil. Se trata de un activo estratégico en la integración energética regional, porque funciona con gas argentino y entrega energía eléctrica a Brasil. Además, aunque aspira a funcionar todo el año, lo puede hacer en los períodos en que de nuestro lado sobra gas y del otro lado falta energía eléctrica.

Precios de energía para la industria: se confirma la perspectiva de precios elevados

Precios de la energía para la industria Argentina
Precios de la energía para la industria Argentina

La publicación de la programación estacional de CAMMESA para el semestre “Nov21-Abr22” confirma la tendencia creciente de los precios de la energía en Argentina. Como anticipamos en publicaciones anteriores, los costos de gas natural y energía
eléctrica para el sector industrial mantendrán la marcada tendencia alcista que llevan
desde principios de este año.

Según los datos publicados, está previsto un elevado consumo de gas natural para abastecer la generación térmica, que en el marco del plan Gas.Ar implementado este año será remunerado a un costo de 2,89 USD/MMBTU para todo el período de referencia, un precio superior al reconocido un año atrás. Adicionalmente la recuperación acelerada de la demanda global de energía y la escasez de transporte de combustibles generaron un incremento exponencial de los valores de los combustibles fósiles, que impacta directamente en los precios de los combustibles importados: Gas Natural, Fueloil y Gasoil.
Todo esto resulta en un mayor costo de generación para el Mercado Eléctrico Mayorista.

Por último, el agravamiento de la sequía en ríos y embalses obliga a un mayor consumo de combustible para las centrales térmicas, tanto para abastecer la demanda local como la exportación de energía a Brasil.

En concreto, la proyección de CAMMESA muestra precios de energía eléctrica superiores a 65 USD/MWh para este verano. Considerando que para noviembre de 2020 el precio promediaba los 50 USD/MWh, el incremento interanual es aproximadamente del 30 %.