A partir de este marzo, observamos un cambio significativo en la visión y la acción en el sector energético. Las autoridades pertinentes están decididas a retornar a un sistema basado en reglas de mercado sólidas, transparentes y competitivas. Este enfoque no solo busca generar riqueza y atracción de inversiones, sino que también apunta a lograr un excedente energético y fomentar nuestras exportaciones.

Es fundamental comprender que la energía en Argentina no representa un desafío, sino una oportunidad considerable. Contamos con una vasta gama de recursos naturales que, correctamente aprovechados, pueden convertirse en una fuente de desarrollo económico, generación de empleo y entrada de divisas al país. Es hora de reconocer el potencial que reside en este ámbito y adoptar medidas que promuevan su pleno aprovechamiento.

Es crucial entender que un mercado energético mal regulado tiene consecuencias graves. Durante las últimas dos décadas, hemos enfrentado costos energéticos excesivos, reflejados no solo en las facturas de servicios, sino también en un déficit comercial alarmante, subsidios masivos y una inflación descontrolada. Estas prácticas erradas solo han resultado en menor inversión, menor producción y la necesidad de importar lo que podríamos producir localmente, exacerbando nuestro déficit energético y fiscal.

No obstante, estamos en un camino de rectificación. Las autoridades del sector están comprometidas con el retorno a un esquema de mercado abierto, transparente y competitivo. Ya se han puesto en marcha ajustes en las tarifas de gas y electricidad como parte de este proceso de «decirnos la verdad» y corregir el rumbo. Es esencial reconocer que la pobreza puede dificultar a algunos ciudadanos pagar el costo real de la energía, por lo que se está trabajando en un régimen excepcional para auxiliar a quienes lo necesiten, asegurando un acceso mínimo y básico a la energía.

Además, se están proponiendo nuevas leyes para enfrentar los desafíos modernos del sector. La actualización de leyes existentes, como la ley 17.319, es crucial para adaptarnos a las demandas actuales y aprovechar las oportunidades de integración con el mercado energético global.

La energía representa una oportunidad actual para Argentina. Es el momento de abordar este tema con seriedad y responsabilidad, fomentando inversiones que impulsen el desarrollo, generen empleo y promuevan nuestras exportaciones. No podemos dejar pasar esta oportunidad única que se nos presenta.